Una Sociedad con Capacidades Diferentes

Cuaderno de viaje – En pos del conocimiento del Sistema
Por Pablo Varela

Mucho hemos oído en los últimos años a través de los medios de comunicación la palabra “persona con capacidades diferentes” haciendo ver que la discapacidad es un fenómeno normal dentro de nuestra sociedad y que la gente regular debe sensibilizarse y educarse para comprender sin prejuicios esta realidad.

Se han estandarizado conceptos como gente regular y gente especial que son apropiados y ayudan a crear nexos entre las diversas realidades.

¿Y por qué este concepto de gente especial es muy válido?

Si en nuestras sociedades para alcanzar metas y cumplir con todos nuestros objetivos es necesario esforzarnos, entonces entendemos que una gran parte del éxito radica en el “esfuerzo” y en la “inteligencia”. Abrimos así una ventana al universo del intelecto humano en todas sus dimensiones al darnos cuenta de que la palabra especial puede aplicarse tanto a un Mahler como a un niño sordomudo del Coro de Manos Blancas de Barquisimeto.

Quedan fuera de discusión los pseudo-regulares quienes en la cotidianeidad y bajo el influjo de la mediática de masas han perdido la capacidad de esforzarse, de usar a pleno su intelecto, e incluso, de soñar.

Día 0
Milán, Aeropuerto Linate – Sábado, 7 de Octubre 2006, 8:30 horas
Cierro los ojos y escucho la Obertura Manfred mientras despega mi vuelo con destino a Caracas. Hay una gran emoción en mí pues he anhelado tanto este momento: mi debut con la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, la orquesta querida de Eduardo Mata como decimos en México. ¿Cómo será cuando reciba en primera persona el sonido de esa gran orquesta que bien conozco por sus maravillosas ejecuciones de Revueltas, Chávez, Estévez y muchos otros grandes compositores que nuestro gran Eduardo divulgó con convicción y maestría en todo el orbe?

Día 1
Caracas – Lunes, 9 de Octubre 2006, 16:00 horas
Llaman a mi cuarto de hotel, es Mirley Sánchez que viene a recogerme para llevarme a la sala de ensayos. Me asomo a la ventana y observo la imponente montaña del Ávila que me inspira confianza y sin más bajo al encuentro. En el coche converso con Mirley, le pregunto sobre la orquesta y sobre el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. Mirley es músico y surgió de este sistema, lo conoce muy bien y sabe lo “especial” que es este proyecto nacido hace 33 años. Curiosamente también yo nací hace 33 años, mi vocación es la música y ahora sentía que venía al encuentro de este fenómeno socio-musical como quien luego de una vida viene a saber de la existencia de un familiar cercano y siente la necesidad de conocerlo. Llegamos a Montalbán donde se llevará a cabo el ensayo.

Forte cálido y un súbito diminuendo al pianissimo sobre un la octavado por toda la orquesta abre paso a esta misteriosa línea conferida a los violines segundos, violas y fagotes. Empezamos a conocernos a través del primer movimiento de la Cuarta Sinfonía de Schumann. La Bolívar sigue con atención mi gesto, la escucho, la observo y el sonido nos invade fraternalmente. Surge música pero esa música no proviene de los instrumentos musicales sino del alma de individuos que comunican a través del sonido. Desde niños aprendieron ese lenguaje, desde antes de hablar verbalmente ya sabían de lo poderoso que es comunicar y decir algo a través del instrumento musical; eso, saben que un instrumento es sólo eso y que no justifica su existencia si no comunica. Pareciera que mi crónica fuera soñadora, algo que la gente regular catalogaría como “de corte idealista” y digo sí, sí lo es, pues todo este fenómeno que sólo en Venezuela existe se debe a la realización de un sueño y de un ideal. El soñador: José Antonio Abreu – el “Dr. Abreu” como lo llaman con veneración hoy ya no sólo en Venezuela sino en todo el mundo –, el ideal: Tocar y Luchar!

Día 2
Caracas – Martes, 10 de Octubre 2006, 12:00 horas
Sucedió algo que transformó el viaje y me convirtió, en cuestión de segundos, de director huésped a explorador en pos del descubrimiento del sistema de la FESNOJIV (Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela). Me llaman de la gerencia para notificarme que en víspera de elecciones presidenciales y por causas de fuerza mayor el Complejo Cultural Teresa Carreño no estará disponible para su uso musical el día previsto para el concierto. El concierto sería reprogramado próximamente y mientras tanto había dos posibilidades: partir o permanecer esa semana por invitación del sistema y conocer de cerca lo que está ocurriendo allí. No lo pensé dos veces y respondí a Víctor Rojas (gerente de la orquesta) y a Romina Noviello (coordinadora) que me quedaba, pues creo firmemente que la actividad del músico contemporáneo debe ir más allá de las salas de concierto. El músico moderno debe adquirir un compromiso social que ayude al fortalecimiento y desarrollo integral del mundo que lo rodea y ese es básicamente el credo de la FESNOJIV.

Me llevarían a conocer los núcleos diseminados por el país en donde grupos, armados no de fusiles sino de instrumentos musicales, instruyen a niños y jóvenes creando enormes ejércitos del sonido. Aquí el sistema provee de violines, fagotes, cornos y demás instrumentos para conformar ejércitos musicales llamados ORQUESTAS. Aquí se da la oportunidad a todos de conocer una vida mejor, se trata de salvar vidas acechadas por la pobreza y la marginación a través de un único agente unificador y multiplicador: ¡la música!

Día 3
Guarenas – Miércoles, 11 de Octubre 2006, 17:00 horas
Entramos en el núcleo rural de Guarenas. Llaman mi atención las paredes color azul celeste. Me acompaña Romina y le hago notar esta particularidad. Nos reciben con alegría los directivos del núcleo agradeciendo nuestra presencia y de inmediato nos adentramos en este mundo que jamás había tenido la fortuna de conocer. Como primera etapa del recorrido entramos a un pequeño salón con diseños en las paredes en donde dos jovencitas parecen jugar con niños de escuela materna. Sólo que en las paredes de este salón los diseños no representan a personajes de fábulas ni dibujos animados; en las paredes hay notas y pentagramas que los niños identifican como sus personajes preferidos y les dan vida a través de juegos. Estas dos educadoras son a su vez músicos de la orquesta juvenil y estudian música en el núcleo. A un cierto punto Pablito, uno de los niños, se empieza a impacientar porque tiene ganas de jugar a otra cosa - y uno se imaginaría que quiere ir a correr o jugar a la pelota – ¡y es que en un estante están unos estuches que contienen pequeños violines! Llegó la hora de cambiar de juego, ¡ahora se juega a tocar! Al salir del salón me percato del nombre que le dieron al mismo: Salón José Antonio Abreu.

Pasamos sucesivamente a varios salones en donde a los niños se les enseña la estructura y partes de los instrumentos y otro en donde estudian teoría y solfeo. Lo particular de este sistema es que los maestros son los mismos jóvenes más grandes que a su vez van enseñando a los más pequeños, de tal suerte que desarrollan una capacidad sorprendente no sólo para la ejecución de sus instrumentos sino para la Didáctica y la Pedagogía.

Finalmente subimos unas escaleras que desembocan en una sala enorme donde escuchamos el primer movimiento de la Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky. Eran ellos, los niños y jóvenes del núcleo que de 6 a 8 de la tarde luego de sus múltiples lecciones se reúnen para ensayar repertorio sinfónico. Supe entonces que el color celeste de los muros no era una coincidencia y que Plácido Domingo tenía toda la razón al decir que entrar al Teatro Teresa Carreño y escuchar tocar a todos esos niños era como entrar al cielo. Me pareció lógico.

Día 4
Barquisimeto – Jueves, 12 de Octubre 2006, 06:00 horas
Nos dirigimos al Estado Lara. Me acompañan Mayuri Carrasquel, asistente de la SJVSB y el cuarteto de cuerdas de la Bolívar, Peyber Medina, Armando Nuñez, Ana María Oviol y Roy García.

Llegamos al mediodía a Barquisimeto, capital del estado y tierra del prodigioso Gustavo Dudamel. Nos reciben en el conservatorio el Profesor Jhonny Gómez y su esposa la Profesora Naybeth García, ambos gente maravillosa, generosa y profesional; ellos son los fundadores y directores del Coro de Manos Blancas. La razón inicial de nuestra visita a Barquisimeto era la de compartir con los niños especiales del núcleo mis experiencias en el campo de la terapia musical a través de mi programa llamado “Hacia nuevas formas de acercamiento musical” el cual, aunado a mi actividad como director de orquesta, me ha permitido entrar en contacto con público infantil, de tercera edad, personas especiales y jóvenes en desventaja social, que demandan contacto humano. Yo, junto con mi grupo de músicos de la Bolívar, no nos imaginamos lo profundo que sería este encuentro y la huella que esta visita dejaría en todos nosotros. Además de compartir muchas experiencias musicales, este encuentro de Barquisimeto fue una verdadera lección de humanidad!

Jhonny nos explicó el método que usan para enseñar la música a niños y jóvenes con déficit auditivo, déficit visual, cognitivo, impedimento motor, dificultad de aprendizaje y autismo. Nos mostró con gran satisfacción la impresora braille que trajeron de Miami para poder enseñar cotidianamente, y según las exigencias para cada caso, a los niños con ceguera total y parcial. Luego fuimos al atrio del conservatorio en donde un conglomerado de niños y jóvenes con instrumentos musicales, voces y guantes blancos cantaron y tocaron varias obras del folklore venezolano y un Ave María. Naybeth con gran sensibilidad y autoridad dirigía el coro de niños sordomudos que con guantes blancos daban voz, entre gestos, sonidos guturales y coreografías, a los textos de las melodías.

Observan a Naybeth con atención y siguen sus indicaciones en una sincronía perfecta y logran con cada uno de sus gestos comunicar la verdadera esencia de la existencia humana: Todos somos iguales. Hoy en día un par de guantes del Coro de Manos Blancas se encuentra en una pequeña caja de madera en la Beethoven-Haus en Bonn.

Día 5
Barquisimeto – Viernes, 13 de Octubre 2006, 14:00 horas
Inicié la tarde con terapias musicales dirigidas a grupos de niños autistas y Down a cargo de las Profras. Lourdes Zárraga y Zonnia Cedeño. Fue maravilloso ver la respuesta positiva y entusiasta de los niños. El cuarteto de la Bolívar también se involucró a tal grado que en este par de días de actividades llegamos a formar una verdadera familia junto con todos nuestros amigos del núcleo. Asistimos a un ensayo de la banda rítmica capitaneada por el Profr. Antonio Gonzáles en donde jóvenes con sordera total tocaban más precisos que un reloj y finalizamos la tarde con unas coplas del Osito Blin Blin, uno de los niños con déficit cognitivo, y un dúo especial de piano y trompeta con Danny y Gustavo, ambos con déficit visual. Por la noche culminamos la jornada con una magnífica cena en donde junto con Jhonny, Naybeth y Omar Torrelles, coordinador del coro, discernimos la posibilidad de escribir una obra musical específica para el núcleo, incluyendo al Coro de Manos Blancas, las bandas rítmicas, piano y trompeta como concertantes, además de orquesta sinfónica con jóvenes regulares. Una grande empresa que sin duda representa un grande reto para un director de orquesta activo y compositor que dejó de escribir hace años al pensar que no tenía nada qué decir pero que ese día descubrió que podía dar voz a estos niños y estos niños le podrían devolver la voz a él.
Eran las 8 de la noche y mi concierto caraqueño todo Schumann con la Bolívar estaría por iniciar. En programa la Obertura Manfred, el Concierto para Cello y la Cuarta Sinfonía. Mientras tanto desde Barquisimeto vivía al máximo estos días de fuego, amistad y tanta música.

Día 6
Caracas – Sábado, 14 de Octubre 2006, 20:00 horas
¡Todo está pasando en la FESNOJIV! le comento entusiasta a Enrique de Quesada, mi agente, y a Rosa Raydan nuestra querida amiga de ABN mientras nos encaminamos hacia el teatro. Hace menos de un mes estuve en Roma escuchando el triple de Beethoven con Abbado y la Quinta de Mahler con Dudamel ambos al frente de la SJVSB en la sala principal de la Academia Nazionale di Santa Cecilia. Esta noche en Caracas en el Teresa Carreño escucharé la SJVSB y Natalia Gutman como solista. Hace un mes en Roma abrazaba al Dr. Abreu felicitándolo por sus logros y hoy lo abrazo calurosamente de nuevo para agradecerle el haberme invitado a Caracas. Hace menos de una semana el Dr. Abreu estaba aún en Milán para el debut de Gustavo Dudamel en la producción de Don Giovanni en el Teatro alla Scala. Hoy el Dr. Abreu aplaude a la Bolívar, Gutman y Rugeles luego de un sonoro Brahms en tierra nacional.

Día 7
Aeropuerto de Caracas – Domingo, 15 de Octubre 2006, 17:00 horas
La semana de trabajo termina y mientras se eleva el avión de regreso a Roma reflexiono: “Si en nuestras sociedades para alcanzar metas y cumplir con todos nuestros objetivos es necesario esforzarnos, entonces entendemos que una gran parte del éxito radica en el esfuerzo y en la inteligencia. La palabra especial puede aplicarse tanto a un Mahler como a un niño sordomudo del Coro de Manos Blancas de Barquisimeto o a una entera sociedad que no deja de esforzarse, que no deja de soñar”. En 7 días ensayé con la Simón Bolívar, conocí a los miembros del Sistema, viajé a Guarenas y Barquisimeto, el Coro de Manos Blancas me ofreció un hermoso concierto y escuché a Natalia Gutman tocar un estupendo Brahms.

En esta sociedad moderna en que la cotidianeidad y el influjo de la mediática de masas amenazan nuestra capacidad de esfuerzo, de pensar y de soñar, en la que la pasividad se confunde con realismo y la actividad con idealismo, es necesario abrir ojos y oídos y revalorizar nuestros conceptos.